Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100278
Legislatura: 1889-1890
Sesión: 12 de abril de 1890
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Concha Castañeda.
Número y páginas del Diario de Sesiones: 136, 2345-2346.
Tema: Presentación y discusión en el Senado de los presupuestos generales del Estado.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): Tan deseosos está el Gobierno de acceder a las pretensiones del Sr. Concha Castañeda, que en el momento en que los asuntos de esta Cámara me permitan ir a la otra, yo hablaré con el Sr. Presidente del Congreso y le haré presente las justas aspiraciones de S.S.

Tiene el Gobierno el natural deseo de que el Senado discuta con la amplitud necesaria la cuestión de presupuestos, y reconoce que es ésa una aspiración justísima de los Sres. Senadores; tanto más, cuanto que apenas ha habido un año en que el Senado haya podido ocuparse de la cuestión de presupuestos, con aquel desahogo y con aquel tiempo que exige cuestión tan importante.

Tiene razón el Senado, tiene razón el Sr. Concha Castañeda; pero S.S. ha de hacerse cargo de que, por efecto de nuestro carácter, lo mismo da que los presupuestos se presenten en enero que en abril; siempre que a última hora se han de discutir de prisa. No culpo con esto al Congreso; si por la Constitución, en vez de ir primero al Congreso los presupuestos, viniesen a esta Cámara, tengo para mí que en el Senado resultaría lo mismo que en el Congreso; es efecto de nuestro carácter, que, teniendo tiempo por delante, no queremos hacer las cosas hoy, dejándolas siempre para mañana; y así es que en el Congreso se discuten ahora los presupuestos que están allí desde noviembre, con una detención, con un desahogo tan grande como no se ha conocido jamás, y eso lo hace porque tiene tiempo, que si así no fuera, se discutirían de prisa. Repito que no culpo con esto a nadie, pero es la verdad.

A pesar de eso, yo intentaré remediar esta falta de nuestro carácter, y procuraré inspirar al Presidente del Congreso el deseo del Gobierno y el deseo legítimo del Senado. Y puesto que hay cinco secciones aprobadas, pueden venir al Senado, como S.S. desea; y mientras vienen las demás secciones, podrá la Comisión de presupuestos ocuparse de su estudio y de su examen. Como no creo que el Sr. Presidente del Congreso tendrá inconveniente alguno, casi puedo asegurar al Sr. Concha Castañeda que desde pasado mañana empezarán a venir a esta Cámara las secciones aprobadas en la otra. (El Sr. Duque de Mandas: Se ha hecho ya otras veces). Pues con más motivo, puesto que, según se me indica, hay precedentes. (El Sr. Duque de Mandas: Sí los hay). Entonces, tanto mejor; y si no los hubiera, no habría tampoco motivo para que el Sr. Presidente del Congreso se opusiera a una reclamación tan legítima y justa como la del Sr. Concha Castañeda, y a una aspiración tan justa también del Senado, que tiene el mismo derecho a ocuparse, [2345] en el examen y estudio de los presupuestos, que el Congreso; y que quiere, y hace bien, ocuparse de ese asunto con tanta detención como de ellos quiere ocuparse también el Congreso. Por mi parte, lejos de poner dificultades a los deseos del Senado y del señor Concha Castañeda, estoy dispuesto a unirme a ellos y a contribuir, en todo lo que de mí dependa, a que aquéllos tengan realización. [2346]



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